Leo y vuelo por el cielo sin alas y sin fronteras, cómo un niño ilusionado, más contento, más motivado, leo y vivo más libre, sin prejuicios, sin cadenas, sin ataduras y con más cordura.
Leo y sueño lo imposible, lo inimaginable, lo conquistado y por conquistar, leo y viajó sin transporte, sin pasaporte, a dónde quiera sin tener prisa, sin pasaje disfruto el viaje.
Leo y trasciendo el espacio y tiempo, voy al pasado, al principio de todo, vivo varios presente a la misma vez, el futuro es cercano ya no tan lejano, leo y me sumerjo en la profundidad de la vida y la eternidad.
Leo y ya nadie muere, todos son eternos, en las letras, en los recuerdos, leo y navego en los mares, en los cielos, todos es real quedó perplejo, leo y exploro las mentes, las ideas, los cofres, el extraordinario universo literario, leo y soy salvo de mediocres y de fatuos.
Leo y soy feliz, leo y puedo morir y por siempre vivir, leo y soy más humano, más amigo, más hermano, más simple, más compuesto más sabio, más apuesto, leo y estoy aquí, leí y estuve allá, leeré y estaré allí, en cualquier libro, por cualquier página, leo y seré cualquier historia, lee y estaré en tu memoria.
Cuando leo veo ese jardín perdido, las aguas del Nilo, esa estrella fugaz, aquel don escondido qué despertar no ha podido, leo y despierto de ese sueño, realista y vano, rutinario y profano, hondo y llano.
Leo y la realidad ya no impone sus reglas, mis limitaciones se desvanecen, leo y soy infinito y eterno.