Este sábado es la fecha marcada en el calendario por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, para que comience la entrada de ayuda humanitaria internacional en el país.
La oposición al chavismo espera que primeros lotes de alimentos, productos de higiene y medicinas puedan entrar a Venezuela a través de varios pasos fronterizos: “Camiones venezolanos, conducidos por venezolanos, acompañados por venezolanos, para buscar llegar hasta el punto de la frontera y encontrarse del otro lado desde los pueblos fronterizos con hermanos venezolanos”, afirmó el integrante de la Comisión Especial de Seguimiento a la Ayuda Parlamentaria Miguel Pizarro.
Por su parte, el Gobierno bolivariano de Nicolás Maduro, que niega que el país esté atravesando una emergencia humanitaria, ha cerrado los principales pasos fronterizos con Colombia y Brasil.
Según la agencia de migración colombiana, cuatro miembros de la Guardia Nacional de Venezuela han desertado.
Durante la mañana ya se han registrado ya los primeros escarceos entre voluntarios y guardias nacionales, armados con escudos y gases lacrimógenos.”¡Queremos trabajar!”, gritaba la multitud frente a un piquete de efectivos de la Guardia Nacional con equipos antimotines que bloqueaba el puente Francisco de Paula Santander, uno de los cuatro que comunican el estado venezolano de Táchira con el departamento colombiano Norte de Santander.
En la localidad de Paracaima, los venezolanos residentes en Brasil increpan a los militares de Maduro para que abran la frontera y dejen pasar ayuda humanitaria.
Hay dos personas heridas en la frontera entre Venezuela y Colombia: Ana Gabriela Petit, de 24 años, que presenta una herida abierta en la región frontal y Henry Alexander Rincón, de 16 años, que tiene politraumatismos en los miembros inferiores y está pendiente de que le hagan pruebas.
Cientos de activistas de la oposición llegan a Ureña para respaldar a las Mujeres de Blanco, un grupo religioso de Venezuela. Un padre bendijo a los manifestantes con una oración y agua bendita, monjas y mujeres con banderas venezolanas. Fueron rápidamente respondidos con gases lacrimógenos. Las Mujeres de Blanco ya protagonizaron en 2016 una gesta, al cruzar el puente fronterizo de Ureña pese a la presencia de la Guardia Nacional. En aquel tiempo, la frontera también estaba cerrada por orden de Nicolás Maduro, que meses antes había expulsado a miles de colombianos del territorio venezolano.