Lejos quedan los tiempos en que las estrellas de Hollywood, cuando querían arriesgar en los Oscar, elegían un esmoquin blanco. La edición de 2019 ha sido una pasarela en toda regla en la que las grandes firmas han convivido con dosis de valentía, gestos de transgresión y hallazgos más o menos afortunados. A continuación, los más atrevidos.
El primero en pisar la alfombra roja era el polifacético Billy Porter (EE. UU., 1969), actor, músico y presentador muy conocido últimamente por su aparición en la serie Pose (HBO). Porter suele arriesgar con sus elecciones indumentarias, y en esta ocasión superó todas las expectativas con un vestido de noche diseñado por Christian Siriano. Escapa totalmente a las categorías a las que estamos acostumbrados, pero precisamente por eso hay que prestarle la atención que merece.