El próximo día 10 finaliza la fase regular de la NBA, cada equipo habrá disputado 82 partidos y los seis mejores de cada conferencia tendrán plaza en las eliminatorias por el título. Los clasificados entre el séptimo y décimo puesto se aprestarán a luchar por los últimos cuatro pasaportes, del 12 al 15, en el denominado play in. Y al día siguiente comenzarán los play off.
La lucha por el anillo se presume más abierta que nunca y está servida una apasionante pugna generacional entre consagrados en apuros, veteranos que siguen dando mucha guerra y jóvenes que ya le han dado un notable impulso a sus franquicias.
Lo que queda claro es que los salarios más elevados no son garantía de éxito. Los Lakers tienen en sus filas a dos de los diez jugadores que más cobran: Westbrook (cuarto en el ránking, con 44,2 millones de dólares) y Lebron James (sexto, con 41,1). Son la gran decepción de la temporada y corren el riesgo de quedarse incluso fuera del play in.
Los Brooklyn Nets de Kevin Durant (quinto, con 42 millones de dólares) se jugarán la clasificación para el play off en esa repesca. Lo mismo sucede con los Clippers de Los Ángeles (con Paul George y Kawhi Leonard, que atraviesa una lesión de larga duración, octavo y noveno, con 39,3 millones). Y están apeados los Portland Trail Blazers de Damian Lillard (décimo, con 39,3).
Stephen Curry encabeza la lista de los mejor pagados, con 45,7 millones. Su compañero Klay Thompson, que vuelve a rayar al mejor nivel tras superar una larga lesión, es undécimo (37,9 millones). Los Warriors son serios candidatos, al igual que los vigentes campeones, los Milwaukee Bucks de Antetokounmpo (séptimo, 39,3). Los Sixers, que se han hecho con los servicios de Harden (tercero, 44,3), también apuntan alto.
Pero hay equipos que vienen pidiendo paso y que han tomado un notable impulso gracias al rendimiento de algunos de sus jugadores más jóvenes, que no tardarán en acercarse al selecto grupo de los más pudientes.
Phoenix y Miami, líderes
Y al frente de este pelotón se sitúan los actuales subcampeones, los Phoenix Suns, la mejor franquicia de la fase regular. En sus filas sobresale un clásico, el veterano Chris Paul (30 millones). Pero también el escolta Devin Booker (25 años), que ya ha hecho valer sus números en la renovación de contrato. Está por encima de los 30 millones. Otro pilar es el pívot Deandre Ayton (23 años), un portento atlético que cobra algo más de doce millones y en verano será libre para negociar su futuro. Es una de las piezas más cotizadas.
Miami, líder de la Conferencia Este, es otro ejemplo de buena mezcla entre veteranos y veinteañeros. En el primer cupo sobresalen Jimmy Butler (duodécimo en el ránking, con 36 millones), que está ofreciendo sus mejores prestaciones a las órdenes de Spoelstra, y el base Kyle Lowry (casi 27 millones). Junto a él despuntan el escolta Tyler Herro, nacido en el año 2000, y el pívot Bam Adebayo, del 97, que cumple su cuarto curso en la NBA. El salario del primero está en los cuatro millones. El segundo ya se ha ganado un contrato de larga duración que este curso le reporta unos emolumentos de 28 millones.
Phoenix y Miami lideran sus conferencias. Dos bases veinteañeros abanderan dos de los proyectos que piden paso con más fuerza: Luka Doncic en Dallas y Ja Morant en Memphis.
Luka Doncic (esta temporada cobra 10, la próxima se irá a más de 35) llegó a los Mavericks después de ganarlo todo en el baloncesto europeo con el Real Madrid. Desde crío fue un jugador dominante en todas las categorías y equipos. Y, aunque algunos tenían dudas sobre su salto a la NBA, las disipó a las primeras de cambio. Es como un ordenador que no para de descifrar el baloncesto.
El caso de Ja Morant es totalmente opuesto. Hasta llegar a la universidad apenas destacaba. De hecho, lo descubrió un ojeador de Murray State sin pretenderlo, en un torneo al que se presentaban jugadores para llamar la atención de alguna universidad. A él no lo incluyeron en el grupo de los más cualificados. Estaba en otra cancha, con los de segundo nivel, cuando lo vio un técnico que se había acercado a un puesto de comida y volvía a su quehacer. Le llamó la atención, se paró y no necesitó mucho más para reclutarlo.
Fue número dos del draft por detrás de Zion Williamson, que es el referente de su generación que atraía todos los focos. Recaló en Memphis. Esta es su tercera temporada en los Grizzlies y no ha dejado de progresar. Es un base con una capacidad atlética y una habilidad muy por encima de la media, capaz de jugar por encima del aro y de hacer jugar a sus compañeros.
Precisamente, Zion Williamson, que parecía llamado a marcar una época, no está rayando al nivel esperado en los Pelicans de Nueva Orleans, que luchan por conservar su puesto en el tramo del play in. Las discontinuidades físicas le pasan factura.
Otro joven que va a más en la NBA es Trae Young. Lo eligieron los Mavericks en quinto lugar, pero de inmediato lo intercambiaron por Doncic, a quien habían escogido los Hawks en tercer lugar. Cumple su tercer curso en Atlanta y su aportación tiene mucho que ver en que el equipo esté en zona de play in.