Es bien sabido que la política es el arte del servicio, la vocación, amabilidad y prudencia; pero la necedad de muchos aquí ya entorpece las buenas obras, el libre albedrío y crean mordazas a ciertas personas, logrando que se abstengan a hablar de política por malas actitudes de esos “caco-vanos”.
Los sórdidos que ponemos en evidencia en este artículo son el umbral, la luz de este escrito, pensado para la lectura de aquellos que sí son bien entendidos, esos de mente expedita.
Dentro de nuestra comprensión existe la llamada “clase política joven” pero, igual entendemos, que con carácter de urgencia para muchos de ellos se necesita una catarsis (de esa descrita por Aristóteles en “Tragedia en la Poética”), es decir, una purificación interna, porque nada más grave para la política que un pseudopolítico, de esos que se autoproclaman a sí mismos, sea por fanatismo o herencia proselitista, “políticos”. En un Distrito Municipal de la provincia Azua llamado Los toros, se han dado diferentes elementos sustanciosos para ser descritos aquí sin ningún tabú e impedimentos, ya sean estos físicos o morales, pues las redes sociales son medios de expresión masivas en el que cualquiera puede emitir una sórdida o reconfortante opinión sin medir consecuencias para bien o mal en este espacio social/digital. ¡Seamos prudente!
El pasado sábado, 18 de junio, fuimos testigo de algo que para muchos ya era una utopía, pero que hoy vemos más cerca y es la creación del Estadio de Béisbol Luís Vicente, el cuál materializa un avance en el desarrollo socio-urbano, en calidad juvenil y fuente de ingresos para los obreros durante su construcción.
Hasta ahí todo de lujo, pero como esto es política criolla los improperios y ataques despectivos de algunos fanáticos no podían esperarse, y es qué, debido una publicación realizada por nuestra autoría por la red social Facebook, causó una humarada de indios con carcaj lleno de flechas para ser usadas adiestra y siniestra por aquel que diga lo que no sea lo que esos fanáticos políticos quieren escuchar o leer, pero el modo de operar de ciertos salvajes cibernéticos son el señalamiento a los gobiernos pasados y por si fuera poco, algunos justifican que si no se nos cumple con el Estadio no es menester indignarse, porque este gobierno tiene “dos añitos” ¡Ay, ñeñé! ¡Qué cojones y ovarios tienen los que hayan dicho esa infamia! En algo sí coincidimos todos; la interpretación de la afanada publicación es muy subjetiva, pero las opiniones y comentarios de muchos reflejan más su malvivir interno.
La construcción de ese Estadio es un clamor social y aún no he visto el primero que no se haya alegrado de la misma, pero ciertos seguidores específicos de el partido del pulgar arriba y color azul con dorado son quienes dicen, sin evidencia alguna, que hay personas apostando a que no se realice la que hemos aquí denominado “la obra del año”.
No se puede ser tan estúpido para no enorgullecerse de este logro gestionado por ayuntamiento para todos. Aunque no soy, ni seré pesimista, he preferido no ilusionarme con el picazo, hemos visto de más las promesas incumplidas en este play, pero quede muy claro, si llega el 2024 y esa obra no se ha hecho seré el primero en llevar a modo protesta una cepa de plátano para sembrar en el terreno polvoriento que llamamos cariñosamente “play”.
He dado, en más de una ocasión, como un hecho la grandiosa gestión de mi amigo y compueblano Eladio Marte Beltré, quien actualmente dirige el cabildo torense, y de más decir que goza de mi apoyo intrínseco ya expresado en publicaciones públicas en mi perfil. Pero como si lo susodicho fuera poco, desde que hacemos una publicación (como las que todos están acostumbrados a leer de nuestra autoría: jocosa) se ofenden algunos seguidores y acusan hasta de peledeista o fuerzapueblista, que tampoco me inmuta, pero muestra la falta de cordura, inducción a la vocación y el servicio público de algunos. Reitero, Eladio Marte es la persona correcta para estar ahí por 4 años más y votaría abiertamente en el 2024 por su gestión, pero amerita que alguien le diga que le hale la soga un poquitico más a personas de su círculo político y que no necesitan ser mencionadas aquí.
Por: Mauricio Beltré