Cada año, el Juego de Estrellas de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) genera entusiasmo, debate y, también, controversia. A medida que se publican los rosters, no son pocos los fanáticos que cuestionan las ausencias de ciertos jugadores destacados. Las redes sociales se llenan de quejas y teorías de favoritismo, pero lo cierto es que el proceso de selección para este evento está lejos de ser improvisado o caprichoso.
Detrás de cada nombre en el roster, hay un sistema estructurado que combina votación popular, evaluaciones internas de los jugadores y decisiones administrativas. Conocer cómo se define el equipo puede ayudar a entender por qué algunos nombres brillan… y otros quedan fuera.
Fanáticos eligen a los titulares
La primera etapa del proceso está en manos del público. Los fanáticos tienen la responsabilidad de seleccionar a los nueve titulares por cada liga (Liga Americana y Liga Nacional), incluyendo al bateador designado (DH). Este proceso se realiza en dos fases:
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En la Fase 1, los aficionados votan libremente por cualquier jugador en cada posición.
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En la Fase 2, los dos más votados en cada posición se enfrentan en una votación final.
Cabe destacar que el jugador más votado de toda la liga se convierte automáticamente en titular, sin necesidad de pasar por la segunda fase. Esto ocurrió, por ejemplo, con Aaron Judge (AL) y Shohei Ohtani (NL).
Sin embargo, los jugadores que pierden esta votación final no obtienen un lugar asegurado en el equipo, lo que genera parte de las críticas que suelen surgir en torno a “injusticias” dentro del proceso.
Jugadores completan los rosters
Una vez definidos los titulares, cada liga debe completar su nómina con 23 jugadores adicionales: 11 de posición (backups) y 12 lanzadores. En esta etapa, entra en juego el voto de los propios peloteros a través del conocido Player Ballot.
Los jugadores votan por cinco abridores, tres relevistas y un backup por cada posición, sumando un total de 17 nombres adicionales por liga. Si el titular elegido por los fanáticos también resulta ser el más votado entre sus colegas, entonces el segundo más votado en esa posición es quien entra como suplente.
El rol del comisionado
La Oficina del Comisionado también tiene voz en la conformación del equipo. Se le permite añadir seis jugadores por liga (cuatro lanzadores y dos de posición), además de velar porque cada uno de los 30 equipos de las Grandes Ligas esté representado con al menos un jugador.
Este compromiso con la equidad entre franquicias puede generar ajustes que terminan afectando otras selecciones, dejando fuera a jugadores con mejores estadísticas.
Reemplazos y ajustes
Con frecuencia, algunos peloteros seleccionados inicialmente no llegan a participar en el Juego de Estrellas. Las razones son diversas: lesiones, descanso programado o haber lanzado recientemente, especialmente el sábado o domingo previo al encuentro.
Este escenario permite la entrada de nuevos jugadores, incluso a pocos días del evento. Los reemplazos no siempre son por la misma posición, aunque en el caso de los lanzadores sí se respeta el principio de “pitcher por pitcher”. Para jugadores de posición, se permite mayor flexibilidad: un infielder puede sustituir a un outfielder, y viceversa.
En el caso particular de los lanzadores que actúan el domingo antes del Juego de Estrellas, antes quedaban automáticamente descartados. Actualmente, pueden lanzar una entrada o ser sustituidos, si su equipo lo considera conveniente.
Selecciones especiales y casos excepcionales
Desde 2022, el comisionado puede realizar selecciones honoríficas como homenaje a leyendas activas. Estas no forman parte del roster oficial de 32 jugadores. Ejemplo de esto fueron las selecciones de Albert Pujols y Miguel Cabrera en la edición de 2022.
Otro caso especial es el de los jugadores traspasados entre ligas antes del Juego de Estrellas. Aunque no pueden participar del evento, se les reconoce como All-Stars representando a su liga original.
Un sistema estructurado, pero no perfecto
En resumen, el proceso de selección del Juego de Estrellas se organiza así:
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9 titulares: elegidos por los fanáticos.
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17 jugadores: seleccionados mediante el voto de los propios peloteros.
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6 adicionales: definidos por la Oficina del Comisionado.
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Reemplazos: por lesión, descanso o estrategia.
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Selecciones especiales: a discreción del comisionado.
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Regla de representación: cada equipo debe tener al menos un jugador en el roster.
Por ello, si un jugador destacado no aparece inicialmente en la lista, no todo está perdido. Los reemplazos se anuncian días antes del juego, lo que permite que otras figuras entren en el escenario estelar del béisbol.
Así que, antes de hablar de injusticias, vale la pena entender el complejo engranaje que da forma a uno de los eventos más emblemáticos del deporte profesional.
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