Azua, R.D. – La Fuerza del Pueblo atraviesa una fuerte tormenta política en Azua tras la exclusión de Leonardo de Óleo, reconocido vocero del partido en medios y redes, del proceso interno para el Congreso Elector de Autoridades. La decisión de inhabilitar su candidatura, junto a la reserva de posiciones clave como la presidencia municipal y provincial, ha desatado una ola de cuestionamientos tanto dentro como fuera de la organización.
Uno de los principales focos de crítica es la permanencia de Manolo Tavárez Justo en la presidencia provincial, además de otros dirigentes que se mantienen en puestos estratégicos desde la fundación del partido en 2019. Para muchos, esto representa una estrategia para conservar el control interno y frenar el relevo generacional.
Las reacciones no se han hecho esperar. Rafael Corcino, regidor y dirigente del PLD, arremetió contra las decisiones de la Fuerza del Pueblo, señalando una contradicción entre el discurso de cambio que promueve el partido y sus prácticas internas.
“Ratificar autoridades que nunca han sido electas por las bases es un golpe a la democracia interna. Esas son las mismas prácticas que ayer criticaban de otros partidos, y hoy las repiten sin pudor”, expresó Corcino en redes sociales.
El pronunciamiento ha encontrado eco entre las bases, donde muchos militantes manifiestan en privado su preocupación por el rumbo que toma el partido. Temen que el prometido “cambio” se diluya en las mismas fórmulas políticas que alguna vez combatieron, con nuevos colores pero viejas costumbres.
Para los críticos, el accionar actual de la dirección nacional va en contravía de los principios fundacionales de renovación, dando paso al “dedazo” y al continuismo, disfrazados bajo una capa de institucionalidad.
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