Ser político en República Dominicana es un desafío complejo debido a varios factores que influyen en el panorama político y social del país. Uno de los principales obstáculos es la corrupción, que ha sido un tema recurrente y afecta profundamente la percepción que los ciudadanos tienen de sus representantes, generando una gran desconfianza hacia el sistema político en general. Esta falta de confianza obliga a los políticos a esforzarse más para ganar y mantener el apoyo del electorado.
La competencia entre los partidos es otro aspecto clave. Con partidos históricos y dominantes como el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y la Fuerza del Pueblo (FP), la lucha por el poder es intensa. Tanto los políticos emergentes como los que ya están dentro de estos partidos deben navegar complejas dinámicas internas y externas para mantenerse relevantes.
A esto se suma la presión por cumplir con las expectativas ciudadanas. Los dominicanos demandan cambios profundos en sectores clave como la educación, la salud, la seguridad y el empleo. Sin embargo, cumplir con estas promesas es complicado debido a limitaciones presupuestarias, la burocracia o la resistencia de sectores poderosos. Los políticos se ven forzados a equilibrar sus promesas con las realidades económicas y sociales del país.
El escenario político también está altamente polarizado, lo que dificulta el consenso en asuntos importantes. Esta división entre los principales partidos y grupos de interés hace más complicada la aprobación de reformas y proyectos de ley cruciales para el desarrollo del país.
Además, los políticos deben lidiar con una constante presión mediática y la creciente influencia de las redes sociales. Cualquier error o controversia puede escalar rápidamente, lo que exige una gestión hábil y rápida de las crisis. La demanda de transparencia y accesibilidad pública es también mayor que nunca.
Otro reto es manejar las crisis económicas y sociales que enfrenta el país, como la inflación, la desigualdad y la pobreza, problemas que a menudo se ven exacerbados por crisis globales o regionales. Los políticos dominicanos deben encontrar formas de enfrentar estos desafíos mientras intentan mantener la estabilidad económica y social.
Finalmente, el clientelismo sigue siendo una característica importante de la política dominicana. Muchos políticos dependen de redes de apoyo construidas a través de favores y la distribución de recursos, lo que implica una constante demanda de compromisos y recursos. En resumen, ser político en República Dominicana significa enfrentar un entorno competitivo, gestionar las expectativas ciudadanas, lidiar con una polarización marcada y responder a una ciudadanía cada vez más informada y exigente.
Ing. En Sistemas, analista de Crédito Corporativo, diseñador gráfico, critico social, amante a la política. Intento luchar día a día con lo que me enfrento en el mundo y cumplir mis metas, retos y atravesar los obstáculos; y en el camino ayudando a quien se pueda.
“Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómo"