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El misterioso visitante interestelar despierta curiosidad científica, no alarma mundial
En los últimos días, las redes sociales se han llenado de titulares alarmistas que aseguran que la NASA habría activado su “protocolo de defensa planetaria” ante una supuesta amenaza del cometa 3I/ATLAS. Sin embargo, esta afirmación es completamente falsa. No existe ninguna alerta oficial ni indicio de peligro inminente para la Tierra.
El cometa 3I/ATLAS ha despertado interés no por su riesgo, sino por su rareza: podría ser el tercer objeto interestelar detectado en la historia, tras el paso de ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Su trayectoria inusual sugiere que proviene de fuera del Sistema Solar, lo que lo convierte en una oportunidad valiosa para la ciencia.
Según la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, no se ha emitido ninguna alerta desde el pasado 11 de septiembre, y el cometa no figura entre los objetos potencialmente peligrosos para el planeta. La confusión, explican los expertos, proviene de una campaña internacional de observación organizada por la International Asteroid Warning Network (IAWN), una red promovida por la ONU que busca recopilar datos científicos sobre el cometa, no activar medidas de emergencia.
La iniciativa, en la que colabora la NASA junto a otras agencias espaciales, tiene como objetivo mejorar el modelado orbital y la comprensión estructural del 3I/ATLAS. Se trata de un procedimiento rutinario y preventivo, que forma parte del trabajo normal de vigilancia del espacio cercano a la Tierra.
En definitiva, el 3I/ATLAS no es un presagio del fin del mundo, sino un visitante cósmico que amplía las fronteras del conocimiento astronómico. Mientras tanto, los científicos siguen observando su paso con telescopios alrededor del planeta, no con alarmas encendidas, sino con ojos llenos de curiosidad.
Economista, con una sólida trayectoria en desarrollo institucional y auditoría interna. Me impulsa una pasión por el aprendizaje continuo y el crecimiento personal. Complementado con una curiosidad profunda por entender la complejidad del mundo y la naturaleza humana.
